Ford Mustang

FORD
MUSTANG
(1964 – )
FORD MUSTANG MKI 289 ci
MOTOR
Tipo: V8 a 90º Longitudinal delantero
Cilindrada: 4736 cm3
Potencia: 228 cv a 4800 rpm
Par: 42 mkg a 3200 rpm
Transmisión: Trasera 4 velocidades
CHASIS
Dirección: Recirculación de bolas
Suspensión D/T: Independiente/Eje rígido
Frenos D/T: Disco/Tambor
Neumáticos D/T: 195×75/205×70 R14
DIMENSIONES
Largo-Ancho-Alto: 4,61-1,73-1,30 m
Peso: 1203 kg
Peso/Potencia: 5,27 kg/cv
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 200 km/h
0-1000 m: 31”
PRECIO
30.000 € (30/11/2009)
PONY CAR
En la America de los 60 el Mustang invento el concepto de “Pony Car”: un deportivo
compacto (para lo que allí se estila) popular y barato, pensado para conquistar a los
“babybomers”. Pero en Europa (y en España) los aranceles de importación hicieron
de el un coche reservado a los ricos y a las estrellas de cine…
Cuando el conservador Robert McNamara deja la presidencia de Ford para ser Secretario
de Estado con Kennedy, Lee Iacocca, vicepresidente, tiene al fin vía libre para modernizar
la empresa. America ha olvidado las guerras, la economía esta en plena expansión y una
nueva generación de jóvenes rebeldes (su ídolo es J. Dean) esta en edad de consumir. El
visionario Iacocca quiere seducirlos, incorporarlos a la sociedad de consumo, y para ello
fabrica… el Mustang. Un deportivo de línea espectacular y prestaciones a su altura, hecho
con piezas tomadas de la gran serie (chasis y motor de Ford Falcon) y vendido a un precio
¡regalado! (la versión básica costaba 10 $ mas que un VW Escarabajo).
El éxito (potenciado por una espectacular campaña de marketing) es inmediato y venden
20.000 unidades… ¡el día de la presentación! (17/04/1964). Y 400 mil el primer año, 900
mil el segundo,… Un record para un deportivo, aun hoy insuperado. En cambio en Europa,
por culpa de los impuestos (y también por las victorias de Ford en Le Mans con el GT40
en 1966, 67, 68 y 69) el Mustang tiene una imagen de GT elitista, rival de los Ferrari y los
Jaguar de la época, que no se corresponde exactamente con la realidad. Para empezar
porque hay Mustangs y… Mustangs. Todo era opcional: carrocería (coupe o convertible)
acabados (packs gt y rallye) cambio (manual de 3 o 4 marchas y automático) frenos (de
disco o tambor) y, naturalmente, motores, con potencias que van desde los 101 cv del 6
en línea a los 360 cv de los V8 preparados por Carroll Shelby. Estos últimos solo vestían
la preciosa carrocería Fastback, presentada en 1966, y eran autenticas… ¡bombas!.
Pero con los años, sobre todo a partir del 73, Detroit va olvidando el carácter deportivo en
beneficio del confort, las normas antipolucion y la necesidad comercial, muy americana,
de cambiar un modelo que triunfa. El Mustang pierde potencia, cilindros (4L) y… encanto.
Además, la competencia ha aprendido la lección y Chevrolet saca el Camaro, Pontiac el
Firebird, Plymouth el Barracuda… Los “muscle cars” con dimensiones mas “americanas”
sustituyen a los “ponny cars” en el favor del publico y el Mustang va perdiendo clientela.
Pero… sobrevive (a todos los mencionados) y en 2005 resurge da sus cenizas con la 5ª
generación, que recupera con gran acierto el look Fastback, los potentes V8 de antaño,
y los precios ajustados (salvo el Shelby con ¡507 cv!). El mito… esta vivo.
CARACTERISTICAS
La mayoría de los Mustang MKI importados en Europa disponían de un V8 con 4,2 o 4,7 l.
Este ultimo, denominado 289 ci (“cubic inches”) rinde 228 cv (271 en la versión HP) y 42
mkg a 3200 rpm, cifras mas que suficientes para poner en aprietos a un chasis bastante
rustico (eje trasero rígido), a la dirección (imprecisa) y a los frenos (de tambor). En opción
podían (¡y debían!) montarse discos delanteros y el cambio manual de 4 velocidades, mas
adecuado que el automático para nuestras sinuosas carreteras. En cuanto a la carrocería,
el Coupe es mas discreto, el Fasback mas deportivo y el Convertible mas… espectacular.
Pero todos comparten una línea magistral en su sencillez, orgullosamente indiferente a las
leyes aerodinámicas, con un leve descenso hacia atrás y una proa disparada hacia el cielo
como si estuviera siempre… acelerando. Y que detalles: tapacubos con falsos radios y una
palometa central falsa, como la toma de aire junto a la aleta trasera. Pero autentico caballo
mustang al galope presidiendo el radiador, auténticos pilotos triples traseros, y sobre todo
cromados, muchos cromados (manivelas, parachoques, insignias) todos… auténticos.
AL VOLANTE
A bordo… mas cromados, y tapicería en skay a juego con el color de la carrocería. Los
botones de los principales mandos se alinean en la parte baja del salpicadero y frente a
nosotros el velocímetro es lineal, graduado en abanico de 0 a 200 km/h y flanqueado por
2 relojes que marcan el nivel de gasolina y la temperatura del motor. En un ambiente tan
“sixties” solo falta despertar el V8 y empuñar el precioso volante (en forma de tulipa y con
brazos falsamente agujeros) para apreciar en su jugo este monumento, que solo necesito
unos pocos años para desbancar a los Cadillacs (y otros mitos de los 50) del pedestal que
ocupaban como máximos representantes del “cochazo americano”.
Ya en marcha que placer escuchar el canto del V8 alimentado por un carburador de cuatro
cuerpos. Da confianza. La desmultiplicación del volante es generosa (4 vueltas y 1/2 entre
topes) y nos recuerda la costumbre de esos actores americanos que no dejaban de mover
la mano en lo alto del volante ¡en plena recta!. Finalmente su interpretación era.. ¡bastante
realista!. Cambio y embrague también piden gestos lentos si no queremos salir disparados
(como en los rodeos) pero, salvo en los aparcamientos, no se añora la dirección asistida y
el Mustang se maneja fácilmente, pese a sus mas de 40 años cumplidos.
Aunque es mejor abandonar la ciudad, y aprovechar la calma dominical de las carreteras
de la sierra. La ausencia de techo potencia las sensaciones, entre ellas la de una evidente
falta de rigidez cuando el firme se degrada. Y en los virajes el Mustang es bastante neutro,
a condición de girar el volante antes de tomar la curva.. y de seguir anticipando hasta salir.
El olvido de esta técnica nos empuja inevitablemente hacia el exterior, por culpa de un tren
delantero que tiende al subviraje y de una dirección sin asistencia y muy lenta. Y la misma
anticipación es necesaria con los frenos (disco y tambor) y hay que exprimimos con fuerza
para que sean eficaces (hay 1200 kg que sujetar). En el fondo, el Ford Mustang no es tan
deportivo como parece y recordamos con admiración las proezas de algunos pilotos (entre
ellos el cantante francés Johnny Hallyday) en los rallyes de los 60.
¿Entonces, donde esta el placer? Para empezar, en el motor. También, en el ambiente. El
Mustang es un coche americano y hay que conducirlo… a la americana: “cool”, muy “cool”
entre dos… pisotones. Se acerca una línea recta, pasemos al sprint: el 0-100 km/h con el
acelerador a fondo se despacha en ¡8”7!, dejando claro que con el V8 289 ci hay potencia
de sobra. ¿Y la velocidad máxima?. En 4ª podemos alcanzar los 180 km/h a 5.000 rpm, y
superar los 200 si llegamos a 6.000. ¡Suficiente!. Además, las recuperaciones en cualquier
marcha son excelentes y si disponemos de “control de crucero” (opcional, claro) podemos
buscar una autovia y fijar el acelerador a 130 (perdón, 120) km/h. Con el codo en la puerta
(cool) los Beach Boys en la radio (por ejemplo) y un pitillo (rubio) en los labios, el Mustang
nos llevará (felices) al fin del mundo. O al menos… ¡a la playa!.
COMPRAR UNO
No hay 2 iguales y los precios varían desde los 5.000 a los 50.000 €, según sea la edad
(MkI, II o III) la carrocería (Coupe, Convertible, Fastbach) el motor (4L, 6L, V8, Shelby) y
las opciones elegidas (Motor, Cambio,….). Por ejemplo, un MkI descapotable anterior al
67, con motor V8 289 ci y 4 velocidades vale unos 30.000 €. Por mucho menos podemos
comprar un Coupe MkI (10.000 €) o MkII (5.000). Y si no nos importa el dinero, pero si las
prestaciones, un Shelby nos costara unos 50.000 €. ¡Pero los vale!.
En cualquier caso, lo difícil es encontrarlos… en Europa. Y si se deciden a importar uno,
no compren nunca por correo o fiándose de una foto. Vayan allí y verifiquen sobre todo la
ausencia de corrosión. Los motores en cambio son irrompibles, y los repuestos fáciles de
encontrar aunque a menudo caros. En cuanto al mantenimiento, el único gasto importante
será… el consumo (mas de ¡20 l a los 100 km!).
CONCLUSION
Hoy el Mustang va por la 5ª generación y es un Mito en USA. En la concentración de
Nashville para celebrar su 40 aniversario se reunieron ¡5.200! (eso sin contar los del
parking de visitantes). Pero en España sigue siendo escaso… ¿Hasta cuando?.
PRODUCCION
MUSTANG MKI (1964-1973) : 2.978.372 ej.
MUSTANG MKII (1974-1978) : 1.107.718 ej.
MUSTANG MKIII (1979-1993) : 2.600.078 ej.
TOTAL : 6.686.168 ej.
Volante con aro de bakelita y brazos agujereados, asientos en skay, radio, un ambiente muy… “sixties”. |
Con los años (y la crisis del petróleo) el Mustang fue perdiendo carácter, estético y mecánico. Arriba, el MKII. |
Lee Iacocca y Donald Frey junto a su “criatura”, del que vendieron 20.000 (¡el primer día!). ¿Puro Marketing? |
El Shelby hacía honor a su nombre (Mustang es una famosa raza de caballos salvajes) y ofrecía… ¡360! |
El “big block”: V8, 289 ci, un carburador de 4 cuerpos, 228 cv a 4800 rpm y 42 mkg a 3200 rpm . Dulce y… violento. |
El Mustang, una leyenda que devolvió la alegría a un pueblo traumatizado por la muerte de JFK, seis meses antes. |