FACEL VEGA

HK 500
(1958 – 1961)
FACEL VEGA HK 500
MOTOR
Tipo: V8 a 90º Longitudinal delantero
Cilindrada: 5907 cm3
Potencia: 360 cv a 5200 rpm
Par: 55 mkg a 3600 rpm
Transmisión: Trasera 4 velocidades
CHASIS
Dirección: Tornillo sin fin
Suspensión D/T: Independiente/Eje rigido
Frenos D/T: Disco
Neumáticos D/T: 6,70×15
DIMENSIONES
Largo-Ancho-Alto: 4,60-1,80-1,36 m
Peso: 1730 kg
Peso/Potencia: 4,8 kg/cv
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 235 km/h
0-1000 m: 28”6
PRECIO
50.000 € (20/10/2008)
EL 4 PLAZAS MAS RAPIDO DEL MUNDO
Un anuncio que pica la curiosidad. Evidentemente era valido… en 1958. Aunque… 237 km/h sigue siendo una cifra muy respetable incluso hoy en día.
Paul Frere, periodista y piloto, cronometró un HK500 a esa velocidad en las carreteras de entonces. Unas carreteras nacionales que atravesaban pueblos y ciudades, atascadas de lentos camiones y automóviles apenas mas rápidos (100 km/h, la velocidad máxima de un Fragata o un Ariane). Pero por la noche estaban vacías, disponibles para el disfrute, para
la serenidad de los conductores rápidos. Sin radares, sin semáforos, aunque también sin quitamiedos y con muy pocas señales. Las luces de los faros hacían desfilar los árboles y, de vez en cuando, un mojón de hormigón con sombrero rojo. Como única compañía… la aguda voz del locutor en la radio FM. Y en el velocímetro, iluminado por una luz azulada,
una cifra mágica: ¡237 km/h!.
Pero volvamos a la realidad. Jean Daninos, el creador del Facel Vega, era un ingeniero metalúrgico. En aquella época los conocimientos eran menos estancos y el tiralíneas del ingeniero convivía con el lápiz del diseñador. Trabajando para Citroen trazó las líneas del precioso coupe Traction y, después de una breve estancia con Morane, fabricante galo
de aviones, creo en 1939 su propia firma: Forges et Ateliers de Construction de Eure-et-Loire (F.A.C.E.L.) que fabricaba carrocerías para los grandes constructores: Ford France, Simca, Panhard,… Consecuencia lógica, a fuerza de crear para los otros, Jean Daninos
decide construir en 1955 su primer Facel Vega, bonito nombre sugerido por el afamado escritor Pierre Daninos, su hermano.
Desde entonces se suceden los modelos: FV1, 2, 3, 4… en versiones coupe y cabriolet, siempre con motores de origen Chrysler, hasta que en 1958 aparece el HK 500, resumen
y culminación de la gama, un Gran Turismo lujoso y refinado, animado por un colosal V8
de 6 l. de cilindrada. Presentado en el salón de Nueva York, el nuevo modelo es un éxito,
el automóvil de prestigio que Francia necesitaba desde la desaparición de Delahaye. Las estrellas de cine (Ava Gardner, Joan Fontaine, Tony Curtis) y los reyes (el Sha de Persia, Hassan de Marruecos, Carlos de Bélgica) se lo disputaban. Llegaron a fabricarse mas de 500 (lo que es mucho teniendo en cuenta su precio) hasta su temprana desaparición en 1961, sustituido por el Facel II.
CARACTERISTICAS
En los cenáculos de puristas, no estaba bien visto hablar de árboles de levas si no eran…
en cabeza. Así que los admiradores de Ferrari, Maserati y Aston Martin, acogieron con desden la elección de Facel. El V8 Chrysler, con un solo árbol de levas central, no podía jamás competir con esas mecánicas refinadas. Y sin embargo, los plebeyos percherones
del Facel Vega lograron pisotear esos prejuicios. Sobre todo por su gran numero: 360 cv. impresionantes de vigor. HK 500 es la expresión inglesa para 5 kg/cv., una relación peso/
potencia fantástica. El cambio podía elegirse entre el manual de 4 velocidades (Pont-a-Mousson) y el automático de 3 (Chrysler). Los frenos, de disco Dunlop (una gran novedad para la época) eran estables y eficaces… en frío. En caliente, las distancias de frenado se alargaban considerablemente. Algo normal, teniendo en cuenta las casi dos toneladas del vehiculo en orden de marcha (deposito lleno y dos pasajeros).
Porque el Facel era un coche… sólido. Chasis de vigas y traviesas tubulares, eje trasero rígido, ballestas. Delante, en cambio, la suspensión era independiente, algo ya bastante corriente en su época. La carrocería, hecha a mano a partir de paneles de acero, expresa muy bien esa solidez, a pesar de la amplia superficie acristalada. Pero también es fluida, elegante, con una preciosa y original calandra, abundantes cromados, y bonitos detalles “aeronáuticos” como el cristal panorámico, los pilotos traseros y los dos tubos de escape integrados en el parachoques buscando la simetría. Una obsesión de Daninos que lo llevó
hasta instalar dos antenas de radio, una verdadera y la otra… falsa.
AL VOLANTE
El interior es notable tanto por la elección de los materiales (buen cuero rojo por el que no pasan los años, espesa moqueta, cromados) como por el equipamiento (calefacción, radio FM, encendedor) y la calidad de los acabados. La madera del salpicadero, perfectamente simétrico, parece dura como el hierro y de hecho… ¡es de metal!, pintado a mano por un virtuoso del “trompe-l’oeil”. ¿Tacañería?. ¿Estafa?. Nada de eso, porque hacerlo costaba bastante mas que un vulgar chapado. Simplemente… el salpicadero formaba parte de la carrocería y contribuía a su rigidez. El patrón, sabia muy bien todo lo que se puede, y se debe hacer con el metal. Y… lo hacia.
Curiosamente instalados con las piernas a ambos lados del volante y sentados muy bajos
frente al amplio parabrisas, giramos la llave y el V8 despierta a la primera… aunque no lo parezca. Al ralenti con los cristales cerrados es inaudible y bajándolos y aguzando el oído percibimos apenas un ligero “pom pom pom” que nos recuerda a un Chris-Craft buscando
salir de puerto. ¡Que gran motor!. Soltar el freno de mano exige un esfuerzo considerable,
pero mas exige el embrague, que debe contener un par fenomenal. El cambio automático (opcional) no era, después de todo, una mala idea. Con el manual, de agradable precisión,
nuestro Facel Vega supera ampliamente el test de la rampa de aparcamiento, que sube al
ralenti sin tirones ni esfuerzo.
En carretera, la dirección, algo imprecisa, nos exige agarrar con fuerza el fino volante de madera, inmenso como el timón de un velero. Pero una vez asimilada su, leve, oscilación alrededor del punto medio, en cuanto alcanzamos una cierta velocidad, el coche se tensa alrededor de su eje y podemos aspirar a las mas altas velocidades al volante de esta vieja
dama. La motricidad es excelente, incluso si aplastamos con violencia el acelerador, y sus aceleraciones son francas, sin titubeos. Resultado: solo 8” 6 para alcanzar los 100 km/h y apenas 19” para llegar a los 160 km/h ¡en 1960!. Hoy, mas que la edad de este automóvil, que mantiene perfectamente cruceros de 200 Km/h, son las limitaciones de velocidad las
que nos aconsejan prudencia.
En cambio, las curvas no son su terreno predilecto, sobre todo si hay mal firme. El HK500 detesta la brutalidad, los cambios de apoyo, y debe conducirse de forma flexible, educada.
Pero bueno, si no podemos contar con la agilidad de una berlinetta, también estamos lejos
de la ridícula y escabrosa torpeza de un coche americano de esa época. En manos de un
buen conductor, el Facel puede realizar, en cualquier terreno, unas medias sorprendentes. Recordemos que, aunque la casa se enorgullecía de tener como clientes a actores y reyes
los mejores pilotos (Tony Vandervell, Rob Walker, Sir Stirling Moss, Maurice Trintignant,…) también rodaban… en Facel.
COMPRAR UNO
Sucesores de los Talbot, Delahaye, Bugatti (guardando las distancias) los Facel V8 no son demasiado caros, teniendo en cuenta lo que representan. Un HK 500 no llegara a 60.000
€. si su estado no es excepcional, y 40.000 € permiten ya una muy buena compra. Precio
medio, por tanto, 50.000 €… en Francia, su país de origen.
El motor, americano, y el puente trasero, ingles, no son complicados de reparar. La caja
de cambios manual, francesa (Pont-a-Mousson), es sólida. En cambio la automática, de origen Chrysler, es mas delicada y puede calentarse pese a estar refrigerada. En cuanto a
la carrocería, los bajos son sólidos, pero los paneles laterales son sensibles a la corrosión.
Y, al ser un coche fabricado a mano, algunas piezas son difíciles de encontrar y cualquier sustitución requiere costosos reajustes.
CONCLUSION
Símbolo del buen hacer francés en la alta costura automovilística (mezcla de lujo, confort y prestaciones) el HK 500 pertenece a una época olvidada. Una época en la que era, y será para siempre… ”el 4 plazas mas rápido del mundo”.
PRODUCCION
HK 500 (1958-1961) : 548 ej.
TOTAL : 548 ej.
En popa las dobles salidas de escape y los pilotos traseros integrados evocan el diseño aeronáutico. |
1958. Reyes, estrellas de cine, pilotos, se disputan el Vega. Un Gran Turismo muy potente, refinado y… Frances. |
El HK 500 presumía de un interior muy lujoso digno de los mejores coches ingleses : espesas moquetas, cuero, cromados y… 4 plazas. |
Los FV1, 2, 3 y 4 son los antecedentes directos del HK 500. Se fabricaron 352, en versiones coupe y cabriolet, como el de la imagen, un FV2. |
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